
AUTOBIOGRAFÍA DE UN ARTISTA DE CIRCO
Mi nombre es Sam nací en la Provincia de Catamarca en el año 1961. Mis padres fueron reconocidos artistas de circo hasta hace cinco años cuando murieron en un accidente.
Nací y crecí en el circo, por ende dediqué mi vida a esta profesión siendo trapecista en el Circo del Sol, ubicado en la Capital Federal de Buenos Aires.
Yo en el circo la paso muy bien ya que trabajo junto a un grupo de setenta personas, con cual nos llevamos a la perfección y eso se demuestra dentro del escenario. Aunque todo no es color de rosa ya que hay un individuo al cual me sobran ganas de matarlo porque llama la atención permanentemente y no de la mejor manera.
En un día común de mi vida me levanto a las ocho de la mañana, me tomo mi mate infaltable acompañado de galletas de miel, mientras desayuno leo las noticias. Luego me baño y el cuerpo mismo ya me pide hacer acrobacias, todos los días hay tres funciones, en las cuales participo en cada una de ellas. Termino a las doce de la noche y descanso para retomar fuerzas para el día siguiente.
El mejor día de mi vida dentro del circo fue el fin de año del 2003 cuando junto a mis padres dimos la mejor función, nunca vi el circo tan lleno, la gente veía el espectáculo en las escaleras, pasillos, baños ya que las butacas estaban todas ocupadas, la gente estaba alegre y yo sentí mucha felicidad. También tuve mi peor día, cuando de un día a otro ya no podía observar el ensayo diario de mis padres antes de las funciones. Es por eso que hoy no puedo de dejar de ver sus fotos sobre mi camarín y recordar los lindos momentos que hemos pasado los tres juntos en este hermoso circo.
Me imagino de viejo viniendo todos los días acá aunque la vejez me impida hacer mis acrobacias pero jamás dejare de venir. Cuando pienso en mi muerte, sé que este es el lugar en que debo y quiero morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario