
Pablo Enrique Cael, o simplemente Ike, como le llama su abuela, és un chico que cree ser un superhéroe. Tiene 12 años y vivió casi toda su vida con su abuela, en Buenos Aires. Nació en Rosario, su padre todavía vive ahí, con su “otra familia” y no le presta mucha atención y su mamá murió hace unos dos años, de una fuerte enfermedad.
A pesar de todo, és una persona amable, infantil e inocente. Siempre altivo, siempre intenta ayudar al próximo. Dice él que tiene poderes especiales, aun que todavía no los haya encontrado. Ha intentado varias veces volar del 5º andar de su edificio, pero sabiamente impedido por su abuela. Pero sigue en busca de su poder, y ahora intenta mover objetos con la mente. No suele perder los estribos con nadie y no es muy tímido, lo cual lo transforma en un blanco principal para las burlas. Habla alto, casi no camina, sino que corre, y hasta unos meses atrás usaba una sabana rosada con una estrella cosida por su abuela colgada en su espalda en todos los momentos y por todos lados. Es sumamente optimista y realiza cualquier cosa que se proponga. Pasa la mayor parte de su tiempo leyendo historietas y imaginando cosas cómo la ropa que va usar cuando descubra sus poderes o donde será el escondrijo (que hasta ahora era “debajo de la mesa”, pero lo cambió porque sus enemigos tenían fácil acceso).
Su abuela es la cosa más preciosa que le quedó en el mundo, después de la dramática muerte de su mamá. Aprecia mucho también sus historietas, tiene centenas, y sus favoritas son las de Batman, porque él se hizo superhéroe con su inteligencia.
Dicen que empezó con eso de superhéroe desde que su mamá murió. Él estaba presente cuando se fue, y se sintió incapaz de ayudar, así que prometió a si mismo que a partir de aquella hora, ya no seria incapaz de nada.
Su abuela es jubilada y se sustentan de ese dinero más la pensión que su papá paga todos los meses. Viven en una buen departamento dejado por el abuelo.
por:
Ana Menezes, Camilo Casais y Priscila Wajsbrut.